29.9.14


«And the Lord said: I will destroy man whom I have created from the face of the earth; both man, and beast, and the creeping thing, and the fowls of the air; for it repenteth me that I have made them.»

Genesis 6:7

27.9.14

Gris | Une Épitaphe de Suie


Un Epitafio de Hollín.


Cuando la esperanza,
Esté a la luz de los pálidos rayos de los días indiferentes,

Recogeremos las últimas sonrisas en las ruinas,
Una gota de firmamento, 

Una nueva lágrima libre de horrible miseria.

Cuando el fuego, en los pensamientos de la tierra,
Vibre a pesar de las grietas y los defectos,
En el dolor de los hierros candentes que laceran la piel,
Colmaremos nuestros corazones de llamas y de vigas,
Y nuestros ojos forjarán un poder milenario.

Cuando las constelaciones, en las danzas de la nada,
Brillen en conjunto, con unida fosforescencia,
Escucharemos un gran réquiem de voces entrelazadas,
Cantando en ciclos la reunión cual una insignia
Que porta los colores de risas y tristezas alunizadas.

Cuando de un soplo, mezclado con arena y oro
El hollín de nuestras almas, se eleve en el cielo del norte,
Caerá, entre plegarias y rabias devorantes,
En mundos desconocidos, de amor trascendente
Como música de eclipse, velado de reconciliación.

Seremos libres de todo y florecientes,
Perdidos entre los amaneceres y las estrellas.
Huyendo.




26.9.14

De Las Noches Blancas.



«Los ideales se suceden; se les vence, caen deshechos, y puesto que no hay más vida que ésa, sobre las ruinas es preciso levantar un último ideal, porque siempre y a pesar de todo, el alma pide un ideal. Y llega el momento en que el soñador revuelve en las cenizas de sus antiguos sueños buscando alguna chispa que haga brotar de nuevo la llama que caldee su corazón helado, que le devuelva sus viejos afectos, sus bellos errores, todo lo que lo hacía vivir...»


· Fiódor Dostoyevski.

20.9.14

En extrañas cosas moro


 
«Simplemente no soy de este mundo... yo habito con frenesí la luna. No tengo miedo de morir; tengo miedo de esta tierra ajena, agresiva... no puedo pensar en cosas concretas; no me interesan. Yo no sé hablar como todos. Mis palabras son extrañas y vienen de lejos, de donde no es, de los encuentros con nadie... ¿qué haré cuando me sumerja en mis fantásticos sueños y no pueda ascender? Porque alguna vez va a tener que suceder. Me iré y no sabré volver. Es más, no sabré siquiera que hay un “saber volver”. No lo querré acaso.»


· Alejandra Pizarnik.

15.9.14

De Trópico de Cáncer (I)



«Te arrojan al mundo como una momia pequeña y sucia; los caminos están resbaladizos de sangre y nadie sabe por qué ha de ser así. Cada cual sigue su propio camino y, aunque la tierra se pudra cargada de dádivas, no hay tiempo para arrancar los frutos; la procesión se abalanza hacia el letrero de salida y hay tal pánico, tal ansia por salir, que los débiles y los indefensos quedan pisoteados en el fango y no se escuchan sus gritos.

Mi mundo de seres humanos había perecido; estaba completamente solo y por amigos tenía las calles y las calles me hablaban en ese lenguaje triste y amargo compuesto de miseria humana, anhelo, pesadumbre, fracaso, esfuerzos inútiles.»

· Henry Miller.


«Un amor que podía prescindir de su objeto, que en la nada encontraba su alimento, se sumaba quizá a otras fuerzas, las articulaba y las fundía en un impulso que destruiría alguna vez ese contento visceral del cuerpo...»

 · Julio Cortázar.

Peste Noire | La Condi Hu





La condición humana.


14.9.14

Mucho más allá

Profane Fetmilch Lenzt Elf Krank (1999), Bethlehem.


«¿Y si nos vamos anticipando
de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza?

¿Y qué?
¿Y qué me das a mí,
a mí que he perdido mi nombre,
el nombre que me era dulce sustancia
en épocas remotas, cuando yo no era yo
sino una niña engañada por su sangre?

¿A qué, a qué
este deshacerme, este desangrarme,
este desplumarme, este desequilibrarme
si mi realidad retrocede
como empujada por una ametralladora
y de pronto se lanza a correr,
aunque igual la alcanzan,
hasta que cae a mis pies como un ave muerta?
Quisiera hablar de la vida.
Pues esto es la vida,
este aullido, este clavarse las uñas
en el pecho, este arrancarse
la cabellera a puñados, este escupirse
a los propios ojos, sólo por decir,
sólo por ver si se puede decir:
"¿Es que yo soy? ¿Verdad que sí?
¿No es verdad que yo existo
y no soy la pesadilla de una bestia?".

Y con las manos embarradas
golpeamos a las puertas del amor.
Y con la conciencia cubierta
de sucios y hermosos velos,
pedimos por Dios.
Y con las sienes restallantes
de imbécil soberbia
tomamos de la cintura a la vida
y pateamos de soslayo a la muerte.

Pues esto es lo que hacemos.
Nos anticipamos de sonrisa en sonrisa
hasta la última esperanza.»


· Alejandra Pizarnik.