Un Epitafio de Hollín.
Cuando la esperanza,
Esté a la luz de los pálidos rayos de los días indiferentes,
Recogeremos las últimas sonrisas en las ruinas,
Una gota de firmamento,
Una nueva lágrima libre de horrible miseria.
Cuando el fuego, en los pensamientos de la tierra,
Vibre a pesar de las grietas y los defectos,
En el dolor de los hierros candentes que laceran la piel,
Colmaremos nuestros corazones de llamas y de vigas,
Y nuestros ojos forjarán un poder milenario.
Cuando las constelaciones, en las danzas de la nada,
Brillen en conjunto, con unida fosforescencia,
Escucharemos un gran réquiem de voces entrelazadas,
Cantando en ciclos la reunión cual una insignia
Que porta los colores de risas y tristezas alunizadas.
Cuando de un soplo, mezclado con arena y oro
El hollín de nuestras almas, se eleve en el cielo del norte,
Caerá, entre plegarias y rabias devorantes,
En mundos desconocidos, de amor trascendente
Como música de eclipse, velado de reconciliación.
Seremos libres de todo y florecientes,
Perdidos entre los amaneceres y las estrellas.
Huyendo.
27.9.14
Gris | Une Épitaphe de Suie
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