Se alguém beter um dia à tua porta,
Dizendo que é um emissário meu,
Não acredites, nem que seja eu;
Que o meu vaidoso orgulho não comporta
Bater sequer à porta irreal do céu.
Mas se, naturalmente, e sem ouvir
Alguém bater, fores a porta abrir
E encontrares alguém como que à espera
De ousar bater, medita um pouco. Esse era
Meu emissário e eu, e o que comporta
O meu orgulho que já desespera.
Abre a quem não bater à tua porta!
***
Si alguien llama un día a tu puerta,
diciendo que es un emisario mío,
no lo creas, ni aunque sea yo;
que mi vanidoso orgullo no conlleva
llamar siquiera a la puerta irreal del cielo.
Pero si, naturalmente, y sin oír
a alguien llamar, fueres la puerta a abrir
y encontrares a alguien como a la espera
de atreverse a llamar, medita un poco. Ése era
mi emisario y yo, y lo que conlleva
mi orgullo que ya desespera.
¡Abre a quien no llame a tu puerta!
· Fernando Pessoa.
5.11.16
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario